El Gobierno de Burkina Faso decretó hoy el estado de emergencia en siete provincias del norte del país tras una serie de supuestos ataques terroristas cometidos recientemente en zonas próximas a Mali.

"El presidente de Burkina Faso ha decidido declarar el estado de emergencia en algunas provincias de Burkina Faso", afirmó el portavoz del Gobierno, Remis Fulgance Dandjinou, al precisar que esta decisión se tomó hoy tras una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros, en declaraciones citadas por medios locales.
La medida afecta a las provincias de Haut-Bassin, Boucle du Mouhoun, Cascades, Centro-Este, Este, Norte y Sahel.
El presidente burkinés, Roch Marc Christian Kaboré, "también dio instrucciones para dispositivos de seguridad específicos en todo el territorio", agregó el portavoz gubernamental.
El estado de emergencia se decretó después de que diez policías murieran y otros tres resultaran heridos en una emboscada de hombres armados ocurrida el pasado jueves en la zona de Toeni, el noroeste del país, cerca de la frontera con Mali.
El pasado viernes, Kaboré condenó ese "ataque cobarde y despreciable", que "no quedará sin castigo".
"Nuestra determinación de luchar contra todas las fuerzas oscuras que quieren socavar los esfuerzos de desarrollo de nuestro país y la construcción de un verdadero estado de derecho será impecable", agregó el jefe del Estado.
El grupo extremista Jama'at nusrat al-Islam wal Muslimeen (JNIM), vinculado a la red Al Qaeda en el Sáhara, se atribuyó ese atentado, tras haber cometido este año otros ataques en Burkina Faso.
El pasado octubre, al menos seis policías murieron y cinco resultaron heridos en el norte de Burkina Faso cuando el convoy en el que viajaban sufrió un ataque yihadista.
La situación de seguridad en el país ha empeorado en los últimos tiempos y el pasado mes de marzo hubo un gran atentado contra la sede del Estado Mayor del Ejército burkinés y la Embajada de Francia.
En mayo, Human Rights Watch (HRW) alertó del recrudecimiento de la violencia por el conflicto yihadista en Burkina Faso, al que el Estado -según esa organización pro derechos humanos- contesta con abuso de fuerza y ejecuciones extrajudiciales.
Burkina Faso es uno de los cinco países que componen el G5 del Sahel (Mali, Mauritania, Burkina Faso, Níger y Chad), grupo que combate el terrorismo yihadista en la región. EFE
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