Los cambios en la alimentación renuevan tu silueta sin necesidad de la actividad física. Sin embargo, hay que seguir al pie de la letra.
Es muy importante que antes de llevar a cabo un cambio drástico en la alimentación lo consultes con un especialista. Particularmente, la dieta lipofídica promete que puedes perder hasta ¡20 kilos! Así es, si tu cuerpo se encuentra preparado podrías cumplirla, pero se trata de una dieta extrema.
¿En qué consiste? El objetivo es eliminar todo tipo de alimentos procesados y enfocarnos en los naturales. Es decir, sí puedes comer frutas y verduras enlatadas, siempre y cuando, sean porciones moderadas. Además, no se puede incluir ningún tipo alimento con grasas, sal o edulcorantes.
Según, la Clínica Mayo, al poner en práctica este tipo de dieta los niveles de glucosa en la sangre se mantienen en equilibrio y por ende hay menos riesgo de padecer problemas cardiovasculares.
¿Qué se espera? La razón principal por la que se sugiere eliminar este tipo de alimentos es porque se sabe que provocan problemas de presión arterial y aumenta el riesgo de diabetes. La manera más fácil de saber qué puedes comer y lo que no, es pensar si realmente surge de la naturaleza lo que te llevarás a la boca, sin ningún tipo de modificación. Estos son los que no debes ni voltear a ver:
- Salmón y embutidos.
- Alcohol, azúcar y vinagres.
- Galletas, pastas y panes.
- Además, evitar el consumo frecuente de: piña, melón, higo, plátano, pepino, coliflor o zanahoria porque contienen grandes cantidades de azúcares.
PRIMERA PARTE
Esta dieta se divide en dos partes. La primera un proceso de adaptación, en el que empiezas a acostumbrar a tu estómago a decirle adiós al tipo de comida antes mencionado para bajar de peso rápido. Además, de controlar las porciones durante 4 meses.
Particularmente, la cuestión de horarios, es indispensable comer cada 120 minutos para acelerar el sistema digestivo y reducir tallas.
SEGUNDA PARTE
Una vez que ya padeciste el cambio en la alimentación, ahora hay que mantenerla por 4 meses más. De hecho, hay personas que la alargan más. Si el médico te lo permite, adelante.
¿QUÉ SÍ PUEDO COMER?
Lo más probable es que te preocupe, ¿qué vas a comer? Hay alimentos que sí son permitidos como: el pescado, pollo y las carnes rojas. Lo importante es que no los cocines con aceite. También están permitida la leche y el yogur descremados. Así como la clara de huevo.
En los vegetales se recomiendan particularmente aquellos que sean de hoja verde por su alto contenido de fibra.
Para concluir, recuerda no abusar del consumo de frutas, pues aumentarán tus niveles de glucosa.
Fuente: Soy Carmín
IR