Las puertas de Sundance, la cita más importante del cine independiente, se abren este jueves en Park City (EE.UU.) con un festival comprometido con la defensa de la cultura, y vigilante ante su posible perversión, además de preocupado por las "serias amenazas" que enfrenta EE.UU. y el mundo.
Sundance suele presumir de espíritu libre frente a Hollywood y de salirse del guión habitual, así que, para continuar con ese ideario, este año sorprendió a los medios cancelando la rueda de prensa tradicional del día de inauguración.
En su lugar, el festival compartió hoy varios vídeos de sus responsables y una carta de su renombrado fundador, Robert Redford.
"Bienvenidos a Sundance. Abróchense el cinturón", dijo el actor.
"Guionistas, directores, actores, críticos, voluntarios, mecenas: todos entramos en fila en los cines en Sundance como individuos, con nuestras mentes en las cosas del día a día y nuestras preocupaciones sobre el cada vez más amplio mundo que vivimos. Pero algo mágico sucede cuando las luces finalmente se atenúan, calla el murmullo, los teléfonos se apagan y se abren las cortinas", resumió.
"Desde el momento en que las imágenes comienzan a titilar en la pantalla frente a nosotros, nos convertimos en uno, experimentando por primera vez las profundamente personales visiones de creadores independientes y nada acomodaticios provenientes de todas las condiciones sociales", añadió.
Si Redford, ya retirado del día a día del festival, se encarga del relato poético de Sundance, son sus organizadores y gestores quienes explicaron hoy las guías maestras de su edición de 2020 con un ojo puesto en el presente y otro en el futuro.
Así, la directora ejecutiva del Instituto Sundance, Keri Putnam, opinó que este certamen es el lugar ideal ante "un momento tumultuoso en nuestra cultura".
"Mientras nos adentramos en el año electoral, la libertad de prensa y la libertad de expresión en general están enfrentando serias amenazas en Estados Unidos y en todo el mundo", aseguró.
Putnam indicó que, en la actualidad, el público "parece tener infinitas opciones sobre lo que consumen", pero advirtió de que cada vez más el contenido está siendo elegido "por solo un puñado de entidades globalmente dominadoras y servidas por algoritmos diseñados para que sigas viéndolo".
"Cuando las opciones sobre qué ver las hacen fuerzas que no siempre son visibles y no pueden ser controladas, no solo perdemos ideas desafiantes y gran arte: es también peligroso. Este es un momento que demanda nuestra participación como espectadores, artistas y ciudadanos (...). Es un momento crítico para preguntar qué voces son marginadas y por qué", opinó.
Con la idea de que el cine "tiene riqueza mucho más allá de su valor de mercado o lo que recaude en taquilla", Sundance apuesta este año por la diversidad con 128 largometrajes (seleccionados de las 3.853 cintas presentadas) con 59 mujeres directoras, 51 cineastas de color y 19 realizadores pertenecientes a la comunidad LGBTQ+.
Incluyendo cortometrajes y otras ofertas del festival, Sundance contará con la presencia de 44 países en su programa.
Cada vez más abierto a la televisión y el avance tecnológico, Sundance quiere, no obstante, seguir siendo fiel a su alma "indie".
"Si algo hemos aprendido, como Bob (Redford) nos recuerda a menudo, es que el cambio es lo único con lo que podemos contar", argumentó John Cooper, que se despide este año como director del certamen.
"Hemos evolucionado. Hemos construido nuevos cines, hemos adoptado nueva tecnología. Hay en marcha una revolución en la distribución, pero a lo largo del tiempo hemos apoyado a los artistas (...) y el carácter de esta comunidad sigue constante (...): un espíritu de apertura, de genuino cariño por el otro y por el trabajo, y, me atrevo a decir, por la independencia", agregó.
Con este marco conceptual de antemano, las calles heladas de Park City (la máxima hoy es de 2 grados; la mínima, de -7) están ya totalmente preparadas para acoger un gran homenaje de amor al cine que en 2019 recibió 122.000 asistentes.
El sol californiano, los vestidos ligeros y las camisas abiertas de Hollywood cederán el protagonismo, por unos días, a una industria cinematográfica envuelta en capas y más capas en Sundance pero que seguirá contando, como siempre, con las grandes estrellas como principal reclamo.
Ahí Sundance no ha escatimado este año y descorchará hoy su programación de 2020 con Taylor Swift y "Taylor Swift: Miss Americana", un documental de Lana Wilson para Netflix sobre la transición generacional de la cantante y su paso de ídolo adolescente a ser una voz adulta, singular y con peso político. EFE
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