El primer ministro de Portugal, António Costa, ha mostrado su confianza en la vacuna, que se empezará a administrar a partir de mañana domingo, para doblegar la pandemia, a pesar de ser un proceso escalonado y prolongado en el tiempo.
Costa, que anoche se dirigió a los portugueses en el tradicional discurso navideño, insistió en la idea de que "no regatearemos esfuerzos con nuestros recursos y junto con la Unión Europea para combatir la pandemia y aliviar el sufrimiento de los portugueses".
El Plan de recuperación para Europa diseñado para sortear la Covid-19 servirá, según dijo Costa, para afrontar "los problemas estructurales que históricamente han limitado el potencial de desarrollo del país".
Sobre el esfuerzo de los portugueses en los diez meses de pandemia, el primer ministro destacó "la unión de un pueblo que supo mantenerse cohesionado en la adversidad".
"No hicimos todo bien y cometimos errores", reconoció António Costa, aunque manifestó que en este tiempo, tanto Portugal como la UE, "no escatimaron esfuerzos para combatir la pandemia y el sufrimiento de los portugueses".
Portugal se encuentra en estado de emergencia -nivel máximo de alerta del país- hasta el 7 de enero y desde que comenzó la pandemia ha registrado 6.478 fallecidos y 391.782 contagiados, gran parte en esta segunda ola, que ha afectado con más virulencia al país luso.
Desde Nochebuena y hasta hoy, las medidas restrictivas fueron más livianas y desde mañana domingo hasta el 7 de enero el toque de queda será de 23 a 5 horas los días de diario y de 13.00 a 05.00 horas en festivos.EFE
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