Bélgica, un país de unos 11 millones de habitantes, termina el año con 644.242 casos confirmados de coronavirus y 19.441 muertes asociadas a la pandemia, con una situación epidemiológica que actualmente va a la baja, según los datos ofrecidos por el instituto de sanidad público Sciensano.
Si durante los primeros meses de la pandemia Bélgica llegó a ser el país de la Unión Europea (UE) que más casos detectaba, en proporción a su población, y en los peores momentos de la segunda ola lideró los casos de incidencia acumulada, el país termina 2020 con una media de 260,35 positivos en los últimos 14 días, mejor que Países Bajos, Francia, Alemania o España.
En la última semana del año, se han producido más de 154 hospitalizaciones al día -lo que supone un descenso del 15 % respecto a la anterior- y ha habido 74 muertes diarias, frente a las 83,6 % que hubo de media hace dos semanas.
El portavoz francófono de Sciensano, Yves van Laethem, se felicitó ayer de haberlo "hecho un poco mejor que nuestros vecinos" durante las vacaciones de Navidad, donde según los datos ofrecidos por Google, la movilidad se redujo notablemente.
En concreto, el 25 de diciembre, según dijo el portavoz, se quedaron en casa un 28 % de los belgas, frente al 22 % en Países Bajos, el 23 % en Francia, el 25 % en Alemania y el 27 % en el Reino Unido.
Para esta Nochevieja, la capital, Bruselas, mantiene el toque de queda a las diez de la noche y las autoridades han suspendido los fuegos artificiales que normalmente hay el 31 de diciembre.
Además, Bélgica adoptó ayer medidas más estrictas para los viajeros que vuelvan al país y hayan estado más de 48 horas en una zona roja.
A partir de hoy, todos los que lleguen tendrán que guardar una cuarentena de diez días y a partir del día 2 de enero, se exigirán además dos pruebas PCR, en el primer y séptimo día desde su regreso.
La medida se aplicará hasta el 15 de enero y quedarán exentos los trabajadores de sectores esenciales.EFE
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