Esta historia trata de una radiografía basada en los últimos estudios llevados a cabo por el Departamento de Extranjería de Chile y otras instituciones. La gran mayoría llegó entre el 2017 y el 2019, cuando las políticas del régimen de Maduro provocaron un éxodo inédito en la historia moderna de América Latina.
De acuerdo a la información que nos ofrece el portal Ex-ante, entre enero y agosto de 2020, 2.969 ciudadanos venezolanos realizaron ingresos clandestinos al país.
La OEA, a través de 500 testimonios, concluyó que los venezolanos migran por 5 razones: La crisis humanitaria (9,3 millones están en situación de hambre); el colapso económico (el sueldo mínimo es de 0,98 dólares); la violación a los DDHH (entre 2014 y 2019 se registraron 15.250 detenciones arbitrarias); el colapso de los servicios públicos, como agua luz y gas, y la situación de violencia.
“La gran mayoría de los que ingresaron de forma clandestina ha sido gente que llevaba meses o años en Perú o Bolivia, es claramente un tema más de oportunidades”, dice Álvaro Bellolio, jefe del Departamento de Extranjería y Migración de Interior.
Autopercepción de discriminación. Los venezolanos son la mayor colonia de inmigrantes en el país, seguida por la peruana. Así ocurre desde 2017, cuando totalizaban 83.045 personas. En 2019 llegaron a 455.494 mil y siguen arribando, aunque no existen números oficiales. En los últimos ocho años han llegado cerca de 400 mil venezolanos a Chile.
Escolaridad de migrantes venezolanos en comparación con otros países
Con 15,5 años de escolaridad promedio, presentan 4,4 años más de estudios que los chilenos.
Su escolaridad es la más alta de la región, por sobre Argentina, Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia y Haití.
Bellolio, sin embargo, advierte: “Hay un choque de expectativas. Muchos tenían cargos relevantes en su país de origen y cuando llegan a Chile tienen otra realidad. Les toma mucho tiempo la integración. Eso genera una lógica de discriminación, frustración”.
Al respecto, una encuesta de Convivencia Barrial e Interculturalidad de 2019 pregunta a inmigrantes de al menos 5 países (Bolivia, Colombia, Haití, Perú y Venezuela) si alguna vez se ha sentido maltratado o discriminado en su barrio.
El 18% de los venezolanos dice haberse sentido discriminado debido a su nacionalidad. El 2% dice haber sido discriminado por su color de piel, el 7% por sus costumbres culturales, el 4% por sus ideas políticas, el 6% por su idioma y el 5 % por su género u orientación sexual.
Su autopercepción de discriminación es mayor a la de Bolivia (14%), Colombia (13%), Perú (8%), y solo es superada por la de los haitianos.
Salarios y empleos: una paradoja
.
La lógica de la frustración de la que habla Bellolio tiene, para algunos, un correlato en los sueldos percibidos y el nivel de estudios realizados.
Con un sueldo promedio de $518.902, los venezolanos reciben 1,2% más de sueldo que los chilenos ($512.936).
Los chilenos promedian 11 años de escolaridad.
Los argentinos y ecuatorianos que residen en Chile perciben sueldos por sobre el de los venezolanos, con $794.622 y $579.574, respectivamente. Los primeros tienen 13,3 años de escolaridad y los segundos 13,2 años en promedio (2 menos que los venezolanos).
El nivel de escolaridad de los venezolanos explica, para algunos, que tengan niveles superiores de empleabilidad.
De acuerdo al estudio de Extranjería, del total de residentes ocupados nacidos fuera del país, el 25,9% corresponde a extranjeros provenientes de Venezuela, seguido de Perú y Colombia, con un 22,4% y 17%, respectivamente.
El 21% de los migrantes venezolanos tiene entre 25 y 29 años, seguido por el rango de entre 30 y 34 años. La población baja bruscamente a medida que envejecen. Ya a los 45 años constituyen menos del 5%.
Cuán pobres : la incógnita. Hasta 2016, según el estudio de extranjería, la proporción de migrantes en situación de pobreza -en general- fue siempre menor que la de los chilenos. La tendencia tuvo por primera vez un quiebre en 2017.
Ante que la situación de los venezolanos en Chile se debe separar respecto al estatus migratorio en el que se encuentren: los que ya tienen permanencia definitiva; los que la están solicitando; y los que recién llegan al país.
“Cada uno de estos estatus representa un contexto distinto de oportunidades e inserción laboral y social. Muchos han llegado a Chile a empezar de cero, no traen sustento económico”.
Bellolio agrega: “Lamentablemente, en el tema de la pobreza específica, tenemos solo la Casen 2017, que no la toma tan bien. Dice que hay 80 mil venezolanos en Chile, los datos y estimaciones dicen hoy que hay 450 mil”.
El libro “Gestión de la Migración del Siglo XXI, el caso de Chile”, de Álvaro Bellolio y el ingeniero Gonzalo Valdés, indica que la situación económica de los migrantes recién llegados ha ido empeorando drásticamente en el tiempo. Mientras el 68% del stock de migrantes anterior al 2005 pertenecían al tramo 1 del impuesto a la Renta, este porcentaje aumenta a más del 90% para los migrantes llegados entre 2017 y 2018.
La tasa de pobreza extrema de los migrantes 2012-2017, en general, es el doble a la nacional y su pobreza multidimensional un 30% superior.
Lo que piensan los chilenos. Una de las encuestas más llamativas aparece en el libro de Bellolio y Valdés. “¿Considera que la cantidad de personas extranjeras que vienen a vivir a Chile deberían mantenerse en el nivel actual, aumentar o disminuir?” , se pregunta, sin especificar nacionalidades.
El estudio “How the world views migration” , de la OIM, en 2015 y una encuesta DEM-UNAB 2020, llamada “Sondeo de Percepción sobre Migración en Chile”. arroja los siguientes datos:
En Chile, el 57% apoyó la opción de que disminuyeran los extranjeros. A nivel mundial el promedio es de 34%; en Oceanía, el 26%; en América del Norte, el 39%; en América Latina y el Caribe, el 39%; en Asia, el 29%; en Europa, el 52%; en África, el 40%.
“Nos encontramos con que los nacionales perciben niveles de rechazo a la migración similar a la que se vivió en Europa después de la crisis de los refugiados”, dice el libro.
El texto muestra una sensación de amenaza laboral para los chilenos, que aumenta a medida que la población es más vulnerable.
Punto de quiebre: 400 mil venezolanos menos. Bellolio y Valdés postulan que las medidas adoptadas por el gobierno de Piñera a partir de 2018 -como establecer visas de ingreso- generaron una brusca caída en la proporción del ingreso de venezolanos, llegando a 3,4% del total de 2019. Se trató de un año marcado por el 18-O y, posteriormente, en 2020, por la irrupción del Covid.
“Si no se hubieran tomado las distintas medidas , el porcentaje se hubiera mantenido constante. Como resultado, cerca de 400 mil migrantes venezolanos extra habrían llegado al país, totalizando cerca de 900.000 a fines de 2019”.
El quiebre también se explica -de acuerdo a analistas- por la consolidación de la economía peruana, antes de la caída de Martín Vizcarra, en 2000, y la crisis política que se detonó a partir de ello.
Más urbanos. De acuerdo al estudio de Extranjería, la comuna que prefieren los venezolanos para vivir es Santiago Centro, donde se concentra el 24,3% de los residentes habituales en Chile. Le siguen Independencia (4,5%), Estación Central (4,3%) y Ñuñoa (2,9%). En regiones su presencia es menor: Ni Viña del Mar ni Concepción llegan al 2% de representatividad en cada caso.
Lo que dicen las encuestas y el Sernac. Cadem realizó en 2019 un estudio entre varias colonias de extranjeros, entre ellas la venezolana. Los consultados se desempeñan mayoritariamente como empleados administrativos medios y bajos; y ejecutivos medios. Aparecen como los que menos trabajan como obreros no calificados o en trabajos ocasionales e informales.
En su mayoría llegaron hace 2 años.
El 33% llegó a Chile por razones políticas -muy por encima de los de Haití, Perú, Colombia o Bolivia- y un 54% viajó en búsqueda de mejorar su calidad de vida.
El 59% piensa traer a su familia a Chile.
El 53% envía hasta $50 mil mensuales a sus familiares en Venezuela.
Los bienes que más adquieren son medicinas.
Los 3 productos financieros que usan, en orden de relevancia, son la cuenta vista, tarjetas de crédito de grandes tiendas y seguros de salud. Le siguen las tarjetas de crédito bancaria, cuenta corriente y créditos de consumo.
En 2018, en tanto, el Sernac reportó que los ciudadanos venezolanos fueron la población extranjera que más reclamos realizó, con un 43%, seguida de los argentinos, con un 14,2%.
Durante el 2018, de acuerdo al Sernac, los reclamos recibidos por parte de los consumidores chilenos fueron respondidos favorablemente en un 53% de los casos.
Un 51,6% de los casos ingresados por los venezolanos no tuvieron respuesta de parte de las empresas.
Ex-ante
Informe21/LJ