Cada mañana, Carlos Ramos sale de casa con un mismo objetivo: conseguir billetes de un dólar.
Es uno de los buhoneros que se dedica a vender cambio en Catia, uno de los mercados más populares de Caracas.
"A quien me da un billete de US$20, le entrego 18 billetes de US$1".
La diferencia es la ganancia de Carlos, que, como muchos en la Venezuela actual, vive, como él dice, "a la caza del cambio".
Pero ¿por qué hay quien acepta que le devuelvan US$18 cuando lo que necesita es cambiar US$20?
La respuesta es sencilla. El cambio es un bien escaso en Venezuela, donde existe una dolarización de facto ante la pérdida de valor del bolívar.
Y la falta de billetes pequeños hace que muchas transacciones cotidianas sean difíciles de realizar, un problema especialmente acuciante en servicios de uso diario como el transporte público.
Rafael Bravo, que cubre todos los días con su buseta la ruta entre Catia y El Silencio, en el centro de Caracas, explica a BBC Mundo los problemas que enfrenta.
"El pasaje cuesta 150.000 bolívares (0,07$ al cambio), pero mucha gente no tiene bolívares en efectivo y no puede pagar. Incluso si tuvieran billetes de US$1, eso sería mucho más de lo que cuesta y nunca tengo todo el cambio para devolvérselo".
El suyo es un ejemplo más de los problemas que les ocasiona la falta de cambio a los venezolanos.
La solución que ha encontrado Rafael no es muy rentable. A quien no tiene con qué pagar, le deja viajar gratis. En otros lugares del país, el trueque y otras formas primitivas de intercambio se abren paso.
Cómo se ha llegado hasta aquí
Venezuela vive desde el año 2017 un proceso de hiperinflación, subida acelerada de los precios, que ha hecho que su moneda, el bolívar, pierda casi todo su valor.
Como consecuencia, el dólar es cada vez más utilizado y, de acuerdo con las estimaciones de la consultora Datanálisis, ya representa un 64% del total de las transacciones.
Pero, según Guillermo Arcay, economista de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, "en Venezuela no se sigue una dolarización formal como la que se ha llevado a cabo en otros países, que han cooperado con la Reserva Federal de Estados Unidos y han completado un proceso ordenado a través de los canales de pago internacionales".
Luis Vicente León, de Datanálisis, indica que esa falta de coordinación con las autoridades estadounidenses "hace que los dólares no entren al sistema de manera ordenada y el cono monetario que circula no está planificado en términos de uso y demanda del billete", como sí sucede, por ejemplo, en Panamá, donde se llevó a cabo una dolarización formal.
Los gobiernos socialistas de Hugo Chávez y Nicolás Maduro persiguieron durante años el uso del dólar en Venezuela.
Pero en el último año las autoridades han comenzado a tolerarlo y Maduro ha dicho que la moneda estadounidense actúa como "válvula de escape" de la economía ante el "bloqueo" impuesto por Estados Unidos en forma de sanciones.
Soluciones
Actualmente, el dólar predomina, pero, dada la escasez de billetes de dólar de baja denominación, el bolívar se mantiene como la moneda de referencia para las transacciones de menor valor. Incluso ya se empiezan a ver monedas de US$0,25 para facilitar el cambio.
Esto obliga a los venezolanos a adaptarse. La periodista Vanessa Silva explica que ya ha aprendido a qué nivel debe estar la aguja del tanque de su auto para que le falten exactamente 10$ para llenarlo, porque sabe que en la bomba no tendrán cambio para darle el vuelto y tendrá que darlo por perdido, si no paga el importe exacto.
No es la única que ha tenido que agudizar el ingenio.
Recientemente, la cadena de tiendas por departamento Beco, cuando no disponía de cambio en dólares, comenzó a entregar a los clientes unos vales que podían utilizar como medio de pago en futuras compras.
La Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), organo del Estado, actuó rápidamente para frenar esta práctica.
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Las autoridades también han intervenido contra la cadena de farmacias Farmatodo para que le devuelva el cambio en dólares a los clientes.
La Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban) anunció la entrada en funcionamiento a partir del 15 de abril de una nueva modalidad de pagos llamada C2P (comercio a persona) en el que el establecimiento procesa el pago directamente en el banco del cliente.
Esto forma parte de una estrategia de Maduro de fomentar el llamado "bolívar digital".
El presidente ha apuntado al sistema de transporte público, que moviliza unas tres cuartas partes de todos los billetes en bolívares que circulan en la economía, como la primera medida, pero la baja conectividad que hay en Venezuela siembra dudas sobre su posible efectividad.
Arcay explica que los más afectados por la falta de cambio y la escasez de efectivo son "los venezolanos que no están bancarizados", para los que muchas veces no queda alternativa que renunciar a lo que necesitan. "Hay transacciones que, simplemente, han desaparecido. Ya no tienen lugar".
Los nuevos billetes
Una posible ayuda podrían ser los nuevos billetes de 200.000, 500.000 y un millón de bolívares, el de mayor valor nominal de la historia de esta moneda, que presentó recientemente el Banco Central de Venezuela.
Fue interpretado como un intento de resolver las dificultades en los pagos de menor valor.
Pero, pese a su alto valor nominal, el nuevo billete de un millón de bolívares tiene un valor real al cambio de apenas US$0,50, que seguramente pronto se reducirá aún más debido a la depreciación permanente del bolívar.
Arcay señala que "lanzaron unos billetes muy altos que en realidad cumplirán el papel de unas monedas".
El economista cree que, en cualquier caso, "será una solución para unas pocas semanas, a lo sumo meses".
Y una solución escurridiza para muchos, porque el efectivo en bolívares también escasea.
El volumen de bolívares en billetes en la economía representa un 2% del dinero que circula en el país. Hace dos años equivalía al 7%, según datos del BCV reportados por la agencia Reuters.
Luis Vicente León dice que no serán las actuaciones contra los comercios ni quitarle ceros a su moneda, como ha hecho varias veces el gobierno venezolano, lo que devuelva el valor al bolívar, y reclama un cambio radical en la política económica.
"En realidad, el valor de una moneda se basa en la confianza que inspira, y en la situación actual las posibilidades de recuperar la confianza en la moneda venezolana a corto plazo son nulas".