Como de
costumbres, vivir en un pueblo como el nuestro, cerca del mercado municipal en
donde hace muchos años se concentraban en horas de la madrugada los autobuses y
transporte privado para conducir a destino el parque industrial de Matanzas,
los trabajadores residenciados de nuestro terruño; como además asistir a
desayunar aquellas famosas cachapas con queso de Guayana y que el mejor se hace
aquí afortunadamente, de manera, que todas las mañanas ya de pie y con ganas de
salir a tomar el café, escuchaba un chasquido característico de un calzado
llamado “ Cholas” que para los gustos de los usuarios eran de color negro ò
marrón.
Este
calzado tipo sandalias era como una especie hoy llamadas “Unisex”, confieso en
mi ingrata ignorancia si eran de machos o hembras, tenían un tacón no muy alto
y que al arrastrar los pies originaban un acorde musical muy típico con el piso
que se escuchaba a media distancia. Este importante elemento de la antropología
humana era sinónimo de pobreza o la escasez de bajos ingresos económicos y
después de muchos años se llamaron “Cholas chinas” junto a un nuevo y mejor
refinado calzado de ropaje de tela y goma vulcanizada su suela que se
identificaban en el mercado como “zapatos chinos”, también tendientes a ser
para todo tipo de sexo.
Ese
hombre, cada mañana con su melodiosa composición de su pobreza, pasaba hacia el
mercado en busca de consumir el poco dinero procurado en su día de labores;
hoy, sigue surcando con su mismo peñero social este camino enchasquillado la
misma ruta de más de 45 años de existencia en un vaivén esperanzado de una
mejoría inalcanzable, en vista de la pérdida progresiva de virtudes y
fortalezas que la juventud otorga siempre a los seres humanos; es decir en
pocas palabras una vejez alineada por esa condición.
Un 24
de octubre del año 1945 entra en vigor y funciones la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) y de este organismo derivaron diferentes dependencias
para ir atendiendo un conjunto de situación que derivaban de las
interrelaciones de cada uno de sus miembros y que con el tiempo surgen
programas que evaluaban las condiciones humanas estrechamente unidas al
desarrollo y las distribuciones que siempre pregonaron las tesis y convenciones
políticas en aras de hacer justicia social.
El Índice de desarrollo humano (IDH) es un indicador,
elaborado por el Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (PNUD),
que se utiliza para clasificar a los países en cuatro niveles de desarrollo humano. El
índice está compuesto por la esperanza de vida, la educación (tasa de alfabetización,
tasa bruta de matriculación en diferentes niveles y asistencia neta) e
indicadores de ingreso per cápita.
Un país obtiene un IDH más alto cuando la esperanza de
vida es
mayor, el nivel de educación es mayor y el ingreso
nacional bruto INB (PPA) per cápita es mayor. Fue desarrollado por el
economista paquistaní Mahbub ul Haq (1).
https://es.wikipedia.org/wiki/Organizaci%C3%B3n_de_las_Naciones_Unidas.
El autor además siempre ha señalado que este indicador
representa la detección real de la desigualdad entre un estado y su componente
nacional.
Los ejemplos incluyen estar bien alimentado, protegido,
sano y haciendo cosas como trabajar, educarse, votar y participar en la vida
comunitaria. La libertad de elección es fundamental: alguien que elige tener
hambre (como durante un ayuno religioso) es diferente de alguien que
tiene hambre porque no puede permitirse comprar comida o porque el país está en
una hambruna.(2)
https://es.wikipedia.org/wiki/Organizaci%C3%B3n_de_las_Naciones_Unidas
Este indicador es una medida sintética utilizada para
evaluar el progreso a largo plazo en tres dimensiones básicas del desarrollo
humano: una vida larga y saludable, el acceso al conocimiento y un nivel de vida
digno. El indicador utilizado para medir una vida larga y saludable es la
esperanza de vida. El nivel de conocimiento se mide a través de la media de los
años de escolaridad entre la población adulta, es decir, el promedio de años de
escolarización recibida a lo largo de la vida por las personas de 25 años o
más; y el acceso al aprendizaje y el conocimiento, mediante los años esperados
de escolaridad de los niños en edad de comenzar la escuela. (3) http://hdr.undp.org/sites/all/themes/hdr_theme/countrynotes/es/VEN.pdf
La escala para medir el desarrollo humano de un país va de
0 a 1. En el año 2020 para Venezuela la esperanza de vida es de 72,1 años, los
años previstos de escolaridad es de 12,8 años y no de 25,3 años que es el rango
deseable y su renta “asegún” per cápita es de 7045 dólares por año; que
divididos por 12 meses es de casi 550 dólares por venezolano. Se ubicó en el
puesto 113 de los 189 países que conforman el planeta.
Las pupilas de los ojos conforman una especie de diafragma
producto de la dilatación y el encogimiento del Iris que es un musculo de ojo.
Ali Rafael Primera decía en su canto que” con mucha luz se encandila” y habría
que preguntarle al “chasqueador de sus sandalias” o a los miles miembros de esa
orquesta nacional de la pobreza ya clasificada por la inervada moral humana
como “Pobreza Infinita” si a sus bolsillos
llegan los billetes para vivir dignamente.
No se diga más……….
Atife Habib
Médico Oficiante. Atife43@hotmail.com o atife43@gmail.com