Las enfermedades infecciosas son una de las mayores amenazas de los primates del Parque Nacional de Gombe en Tanzania, Sin embargo, sus heces contienen bacterias resistentes a fármacos usados habitualmente por las personas cerca de la reserva.
Cerca del Parque Nacional de Gombre en Tanzania, donde la primatóloga Jane Goodall llevó a cabo sus primeros estudios sobre los chimpancés (Pan troglodytes), las enfermedades diarreicas son comunes, por lo que la gente recurre a antibióticos baratos, compuestos de sulfonamida, que se consiguen sin receta en pequeñas tiendas que actúan como farmacias informales. Los chimpancés tienden también a sufrir este tipo de dolencias que están relacionadas con bacterias y otros patógenos del intestino que afectan a su capacidad de mantener la ingesta de calorías y de absorber nutrientes.
Los chimpancés tienden también a sufrir este tipo de dolencias que están relacionadas con bacterias y otros patógenos del intestino que afectan a su capacidad de mantener la ingesta de calorías y de absorber nutrientes.
Por eso, un equipo liderado por científicos de la Universidad Emory en EEUU ha analizado los genes que confieren resistencia a las sulfamidas, que se emplean como antibiótico, en el agua de los arroyos y en muestras fecales de seres humanos, animales domésticos, chimpancés y babuinos del parque nacional tanzano y sus alrededores. Los resultados se han publicado en la revista Pahogens.
“La mayoría de las personas de nuestro muestreo albergaban bacterias resistentes a la medicación con sulfonamidas que están tomando”, afirma Thomas Gillespie, autor principal del estudio y profesor asociado del departamento de Ciencias Ambientales y de la Escuela de Salud Pública del centro estadounidense.
“En esos casos, están malgastando su dinero con un medicamento que no les está ayudando a mejorar. Además, el uso excesivo de estos fármacos crea la posibilidad de que surjan superbacterias más letales y resistentes a los antibióticos”, recalca el experto.
Una resistencia a antibióticos general La resistencia a la sulfonamida no solo apareció en el 74 % de las muestras humanas en general, sino también en el 48 % de las muestras de chimpancés, en el 34 % de las de babuinos y en el 17% de las de animales domésticos. La sulfonamida también apareció en el 19 % de las muestras tomadas de los arroyos compartidos por personas, animales domésticos y fauna salvaje.
“Las bacterias resistentes a los antibióticos se están propagando de las personas a los primates no humanos al llegar a la cuenca hidrográfica local”, advierte Gillespie.
“La gente se baña y se lava en los arroyos, contaminando el agua con bacterias resistentes a los medicamentos donde beben los chimpancés y babuinos salvajes”, detalla.