El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, calificó la decisión del año pasado del Tribunal Supremo Federal del país, que permitió a las autoridades locales tomar medidas de forma independiente y establecer restricciones para combatir la pandemia de coronavirus, como criminal.
“El tribunal decidió que no tengo derecho a cancelar las medidas que introdujeron y por lo tanto cometí un delito, afirmando que el prefecto y los gobernadores pueden restringir por sí solos los derechos constitucionales de los ciudadanos, incluida la libre circulación”, dijo el jefe de Estado durante una conversación con simpatizantes este jueves. También calificó de “barbarie” las prohibiciones de salir de casa, los toques de queda y el cierre de templos impuestos en muchas ciudades del país, y culpó de ello a la Corte Suprema de Brasil.
“Esto afectó a unos 40 millones de personas que simplemente no tenían nada para comer”, agregó Bolsonaro. En su opinión, estas medidas no fueron dictadas por “la preocupación por salvar vidas, sino por la lucha política por el poder”.
Bolsonaro ha criticado reiteradamente las medidas de cuarentena adoptadas por las autoridades regionales en relación con la pandemia. El jefe de Estado argumentó que las restricciones establecidas tendrían consecuencias catastróficas para la economía del país, conducirían a una ruina masiva y un aumento del desempleo. Sin embargo, la mayoría de gobernadores han decidido no abandonar estas precauciones y han extendido repetidamente su efecto, en contra de la posición del presidente. En abril de 2020, la Corte Suprema confirmó el derecho de las autoridades locales a declarar medidas de cuarentena en sus jurisdicciones.
El político también afirmó repetidamente que, por su decisión, el tribunal lo privó de sus poderes para contrarrestar la propagación de la pandemia. La Corte, a su vez, explicó que permitir que las autoridades locales determinen de manera independiente el nivel de amenaza epidemiológica e introduzcan las restricciones de cuarentena adecuadas no significó la transferencia completa de las funciones del Gobierno federal a las regiones y no quitó parte de sus obligaciones del Gobierno central.
El primer caso de infección por coronavirus en Brasil se confirmó el 26 de febrero del año pasado. El país ocupa el tercer lugar después de Estados Unidos e India en el número de casos confirmados de la enfermedad (casi 19,75 millones). En términos de número de muertes (más de 550.000), solo es superado por Estados Unidos.
TASS
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