Desde que el nuevo Gobierno de Estados Unidos asumió el cargo, no ha cambiado el comportamiento hegemónico de su predecesor en asuntos relacionados con Hong Kong, habiendo lanzado al menos 13 ataques difamatorios contra China sobre esos temas y asegurando repetidas veces “apoyar a la gente de Hong Kong”, reseña Xinhua.
Washington, además de emitir falacias sobre las medidas adecuadas tomadas por Beijing para impulsar la estabilidad a largo plazo de Hong Kong, también se ha asociado con algunas fuerzas occidentales para lanzar una campaña de propaganda contra China, e incluso impuso las llamadas “sanciones” contra funcionarios chinos.
En esta segunda entrega y en la anterior (de la parte I a la VI), se enumeran los ataques no provocados contra China por parte de la nueva Administración de Estados Unidos sobre temas relacionados con Hong Kong.
PARTE VII
En junio, Smith dijo en una entrevista que la imposición de la ley de seguridad nacional en Hong Kong había creado una “atmósfera de coerción” que amenaza tanto las libertades de la ciudad como su estatus de centro comercial internacional.
Los disturbios en Hong Kong, como consecuencia de las enmiendas a las ordenanzas propuestas en junio de 2019, asestaron un duro golpe a su economía, traducidos en el primer registro de crecimiento negativo en 10 años.
Por el contrario, desde que la ley de seguridad nacional en Hong Kong entró en vigor a fines de junio de 2020, el número de delitos de la ciudad se redujo en un 10 por ciento interanual, mientras que el producto interno bruto (PIB) experimentó un aumento interanual del 7,9 por ciento.
En junio, el Fondo Monetario Internacional publicó un informe que reafirmó la posición de Hong Kong como centro financiero internacional.
Según el Informe sobre Inversiones en el Mundo 2021 publicado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, Hong Kong siguió siendo el tercer destino más grande del mundo para la inversión extranjera directa en 2020.
La legislación, desde que entró en vigor, ha garantizado mejor el alto grado de autonomía de la ciudad de conformidad con la ley y ha creado las condiciones para resolver los problemas de fondo relacionados con la economía de Hong Kong y los medios de vida de la población. También contribuye al estado de derecho y el entorno empresarial de Hong Kong, aborda las preocupaciones de las comunidades empresariales sobre los disturbios sociales y crea mejores condiciones para las personas de todo el mundo que están dispuestas a trabajar, invertir y vivir en Hong Kong.
PARTE VIII
El 25 de junio, la Casa Blanca publicó en su sitio web una declaración sobre el cierre del tabloide Apple Daily de Hong Kong, en la que acusó falsamente a China de suprimir la libertad de prensa.
El Apple Daily, bajo el manto de medios de comunicación, se había involucrado durante mucho tiempo en actos ilegales que dañaban al país y desestabilizaban a Hong Kong, violando gravemente la ética periodística y poniendo en peligro el entorno mediático de Hong Kong.
Hong Kong es una sociedad que se rige por el estado de derecho y todos son iguales ante la ley. Nadie tiene privilegios extralegales y ninguna institución es una entidad extralegal. La policía de Hong Kong actúa contra personas y empresas sospechosas de poner en peligro la seguridad nacional en estricta conformidad con la ley, y sus acciones son un paso justo para reprimir los delitos y mantener el estado de derecho y el orden social.
Por el contrario, es Estados Unidos que ha reprimido brutalmente a los medios de comunicación y restringido la libertad de prensa. Los análisis realizados por The Guardian y el sitio web de periodismo de investigación Bellingcat, con sede en Holanda, demostraron que desde el 26 de mayo hasta el 2 de junio de 2020, hubo 148 arrestos o ataques contra periodistas que cubrían protestas por el asesinato de George Floyd. Ademas, en 2021 el Gobierno de EE. UU. cerró por la fuerza más de 30 sitios web de medios de comunicación extranjeros.
El escritor alemán Michael Lueders ha revelado en su nuevo libro “La superpotencia hipócrita” que el Gobierno estadounidense y sus grupos de interés son propensos a influir y formar la opinión pública mediante la selección de información y polarización de opiniones públicas, de modo que la gente se le lava el cerebro sin ninguna realización.
De hecho, la libertad de prensa en Hong Kong no se ha visto dañada, sino que se ha consolidado. En la actualidad, hay 93 organizaciones de medios locales, 69 en el extranjero y 39 en línea registradas ante el Gobierno. La prensa y el público en general disfrutan de la libertad de criticar la Administración del Gobierno de la RAEHK.
PARTE IX
El 7 de julio, la Casa Blanca anunció la extensión de la llamada “emergencia nacional con respecto a Hong Kong” y de las sanciones pertinentes relacionadas con el territorio por un año, a la vez que continuó con la cancelación del trato preferencial para Hong Kong.
La llamada “emergencia nacional con respecto a Hong Kong”, una medida anunciada por la Administración del expresidente de Estados Unidos Donald Trump el 14 de julio de 2020, es una injerencia grave en los asuntos internos de China. La extensión de la misma también marcó la primera vez que Joe Biden, desde que asumió el cargo, continuó en la linea de pensamiento de Trump sobre Hong Kong desde la perspectiva de la implementación de políticas, y una vez más intervino públicamente en los asuntos de Hong Kong, que son los asuntos internos de China. Este acto socavaría gravemente la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de China.
En 2020, hubo una amplia condena en todo el mundo contra las llamadas “sanciones” impuestas a Hong Kong por países como Estados Unidos. Chester Humphrey, presidente del Senado de Granada, señaló que Estados Unidos solo quiso desviar la atención del pueblo estadounidense de los problemas internos y que las mencionadas “sanciones” contra otros países son ilegales.
PARTE X
El 10 de julio, el Departamento de Estado de EE. UU. publicó una declaración emitida por 21 miembros de la llamada “Coalición por la Libertad de los Medios” en su sitio web, expresando “fuertes preocupaciones” sobre los órganos judiciales de la RAEHK que manejan el caso de Apple Daily de acuerdo a la ley, y afirmando falsamente que “el uso de la Ley de Seguridad Nacional para reprimir el periodismo es un paso serio y negativo”.
La libertad no significa laissez-faire. La racionalidad científica, el orden jurídico y las normas internacionales son la base de la libertad. Las constituciones de más de 100 países en el mundo estipulan que el ejercicio de los derechos y libertades fundamentales no debe poner en peligro la seguridad nacional. Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y otros países han establecido sistemas legales estrictos para salvaguardar la seguridad nacional y no tienen piedad a la hora de tomar estrictas medidas contra actos criminales que ponen en peligro la seguridad nacional.
En Estados Unidos, aunque la Primera Enmienda de la Constitución estipula que se debe garantizar la libertad de expresión y de prensa, el país aún establece agencias estatales que supervisan los medios de comunicación. La Comisión Federal de Comunicaciones es responsable de emitir licencias para estaciones de radio y televisión en Estados Unidos e impone restricciones básicas sobre el contenido de los programas.
En el caso de Hong Kong, la policía local arrestó y procesó a Apple Daily y a su personal y congeló propiedades relacionadas al medio por confabularse con fuerzas externas y poner en peligro la seguridad nacional. Estas acciones son una medida necesaria y legítima para salvaguardar el estado de derecho en Hong Kong y no tienen nada que ver con la protección de la libertad de expresión y de prensa. Estados Unidos reunió a algunos miembros de la llamada “Coalición por la Libertad de los Medios” para embellecer y excusar a los medios de comunicación anti-China y desestabilizadores de Hong Kong y a sus empleados en un intento de presionar a China.
Apple Daily también es un espejo que no solo refleja el final de las fuerzas anti-China y desestabilizadoras de Hong Kong, sino que también refleja claramente la “doble moral” de la parte estadounidense al abordar el problema de Hong Kong. Es hora de preguntarse, ¿está la gente de Hong Kong dispuesta a apoyar a estos políticos y Gobiernos?
PARTE XI
El 16 de julio, con el objetivo de difamar el ambiente de negocios de Hong Kong, el Gobierno estadounidense divulgó una llamada “advertencia comercial” para advertir a las empresas de EE.UU. sobre “riesgos emergentes” para sus operaciones y actividades en Hong Kong. Asimismo, Washington impuso sanciones contra siete funcionarios de la Oficina de Enlace del Gobierno Popular Central en la RAEHK.
Los movimientos de los inversores son un importante indicador del ambiente de negocios de Hong Kong. Más de un año después de la implementación de la ley de seguridad nacional, los fondos de ofertas públicas iniciales recaudados en Hong Kong superaron los 500.000 millones de dólares de Hong Kong (64.350 millones de dólares estadounidenses), lo que representa un aumento de más del 50 por ciento en comparación con el mismo periodo del año pasado. Los depósitos totales en los bancos de Hong Kong crecieron más del cinco por ciento con respecto al año anterior.
La Cámara de Comercio Estadounidense en Hong Kong indicó que la ciudad desempeña un papel crucial como centro económico internacional, y que “sigue siendo un facilitador crítico y dinámico del flujo comercial y financiero entre Este y Oeste”. Jim Thompson, presidente y fundador de la compañía de logística Crown Worldwide Group, señaló que la Administración estadounidense hace “dificulta que los inversores estadounidenses hagan negocios en la ciudad, lo cual es como esporsarlos. Es sumamente lamentable”.
Expertos y académicos creen que la llamada “advertencia comercial” del Gobierno estadounidense no afectará las decisiones empresariales, ya que EE. UU. publica regularmente advertencias similares pero las empresas deciden bajo propio juicio. Las compañías no se retiraron de Hong Kong incluso cuando los alborotadores vestidos de negro descontrolaron la ciudad, y es menos imposible que lo hagan ahora cuando el orden social de Hong Kong se ha restaurado y el desarrollo de la ciudad se ha estabilizado bajo la protección de la ley de seguridad nacional.
Las intensificadas sanciones de EE. UU. ya ha resultado contraproducentes y han perjudicado al propio país. El superávit comercial estadounidense con Hong Kong totalizó 297.000 millones de dólares de 2009 a 2018. Cuando las sanciones se impusieron, el comercio y las finanzas de EE. UU. fueron el primer campo afectado.
En un artículo de Asuntos Exteriores publicado a mediados de julio, el ex cónsul general estadounidense en Hong Kong Kurt W. Tong escribió que el Departamento del Tesoro de EE. UU. sabe que “las sanciones contra los principales bancos chinos podrían provocar una notable inestabilidad en el sistema de pago internacional, interrumpiendo el enorme volumen de las transacciones financieras entre las dos mayores economías del mundo”, lo que podría “en cambio dañar los mercados financieros estadounidenses y la fiabilidad percibida del sistema de pago global con centro en Estados Unidos”.
Cuando el pueblo estadounidense no quiere apoyar a su propio gobierno, las mentiras de los políticos estadounidenses que ellos “apoyan al pueblo de Hong Kong” se caen naturalmente.
CONCLUSÓN
Los políticos estadounidenses han declarado constantemente defender los derechos humanos y la libertad de Hong Kong y “apoyar al pueblo de Hong Kong”. Pero las acciones son más elocuentes que las palabras. Todas sus lemas han demostrado ser nada más que mentiras.
Todos los chinos, incluida la gente en Hong Kong, ya han visto claramente que lo que estos políticos están defendiendo no son los derechos humanos y la libertad del pueblo hongkongnés, sino la “libertad” de un puñado de agitadores para perturbar la estabilidad de Hong Kong y poner en peligro la seguridad nacional de China, y la “libertad” de estos políticos para seguir entrometiéndose en los asuntos de Hong Kong y contener a China.
Bajo el pretexto de la democracia y los derechos humanos, estos políticos han estado ofreciendo respaldos efectivos a los alborotadores, lo que expone de manera completa la doble moral de estos políticos estadounidenses. Condenaron el motín del Capitolio con gran indignación, pero calificaron a los actos similares en Hong Kong como “una hermosa vista a contemplar”. Han promulgado la ley de seguridad nacional más completa del mundo en su país, al mismo tiempo que han tratado de difamar los esfuerzos paralelos de China por contener las brechas de seguridad en Hong Kong.
En nombre de la “libertad de prensa”, están interfiriendo y socavando el estado de derecho en Hong Kong. En medio del cierre de Apple Daily, esos políticos estadounidenses expusieron plenamente sus trucos para desprestigiar a otros. Trataron de convertir a algunas organizaciones de medios de comunicación en entidades extrajudiciales para que las fuerzas anti-China desestabilicen Hong Kong y contengan a China. Al crear polémica en los asuntos de Hong Kong, el lado estadounidense se ha revelado como la “mano negra” que incita a la oposición e influye en la opinión pública. La llamada “libertad de prensa” no es más que una hoja de parra debajo de la cual ocultar sus propios intereses.
Tergiversaron los hechos, difamaron liberadamente el estado de derecho en Hong Kong y se inmiscuyeron groseramente en los asuntos internos de China. El principio de que los “patriotas administran Hong Kong” es la tendencia de los tiempos y la aspiración del pueblo de Hong Kong. Mejorar el sistema electoral de Hong Kong es necesario para el desarrollo sostenido y saludable del sistema democrático de Hong Kong. Cuando la paz y la estabilidad fueron finalmente restauradas en la region, y los derechos y libertades de sus ciudadanos han estado mejor protegidos en un entorno seguro, Estados Unidos levantó acusaciones y atacó los esfuerzos de Hong Kong por mejorar su sistema electoral, así como continuó satanizando la ley de seguridad nacional en Hong Kong, lo que revela plenamente la naturaleza hegemónica de Washington.
Mientras que habitualmente intimidan a los demás y aplican las sanciones, esos políticos estadounidenses en realidad han agotado sus tácticas. Para ellos, sólo un Hong Kong caótico sirve a sus intereses. Mientras más estable sea Hong Kong, más ansiosos estarán. Y ahora, sus “agentes” fueron detenidos. Sus planes para perturbar la ciudad han fracasado. No importa cuánta presión o cuántas rondas de sanciones pueda imponer EE. UU., no serán más que un derroche de esfuerzos.
Después de todo, la preocupación de algunos políticos estadounidenses por la democracia de Hong Kong es una farsa. Su verdadera intención es inmiscuirse en la política de la región y los asuntos internos de China. Su verdadero propósito es utilizar a Hong Kong como una herramienta para alcanzar sus intereses políticos y contener el desarrollo de China. El llamado “apoyo al pueblo de Hong Kong” no es más que un pretexto para engañar al mundo y refleja la hipocresía de los políticos estadounidenses.
En 1840, Reino Unido abrió las puertas de China con buques y cañones, y Hong Kong fue gradualmente ocupada por dicho país. Desde entonces y durante más de cien años, el pueblo chino ha llevado a cabo luchas indomables por la liberación e independencia nacional y el avance social. Hoy, la nación china ha dado un gran salto desde su posición de pie, haciéndose próspera y fuerte, y sus esfuerzos por realizar el gran rejuvenecimiento de la nación china han entrado en un proceso histórico irreversible. China se ha convertido en una fuerza importante para salvaguardar la paz mundial y promover el desarrollo común, y sus relaciones con el resto del mundo han experimentado enormes cambios.
Con la implementación de una serie de medidas efectivas, incluida la ley de seguridad nacional, el orden social de Hong Kong se ha restaurado, su desarrollo ha vuelto al camino correcto, y la ciudad ha abierto un nuevo capítulo de la mano de un buen gobierno. Hong Kong se está volviendo más estable y próspero con una mejor implementación del principio “un país con dos sistemas”. Esta es la respuesta más fuerte a los políticos estadounidenses que calumnian la política de Beijing en Hong Kong.
Nadie puede impedir que Hong Kong recupere su glorioso pasado. El pueblo chino nunca permitirá que ninguna fuerza extranjera lo intimide, oprima o esclavice, y la causa de “un país con dos sistemas” nunca será obstaculizada o socavada por ninguna fuerza externa. Cualquiera que intente hacerlo se encontrará en curso de colisión con una Gran Muralla de acero forjada por más de 1.400 millones de chinos. La historia ha demostrado innumerables veces que la victoria final pertenecerá siempre al indomable pueblo chino.
La entrada La verdad sobre la injerencia de EEUU en China: caso Hong Kong (II) se publicó primero en Últimas Noticias.
Tomado de Ultimas Noticias.