La súbita alza de los precios del petróleo se ha visto impulsada por un repunte de la economía de los países industrializados que arrastra consigo aumentos en los costos de producción y transporte de alimentos, lo cual ha propinado adicionales impactos inflacionarios a los países de economías importadoras de bienes elaborados y semielaborados.
La agencia Euro News informa que el crudo Brent, de referencia internacional, escaló 0,8%, hasta los 80,19 dólares el barril, alcanzando un máximo en tres años por segundo día consecutivo, con lo cual ha subido casi 55% en lo que va de año.
El banco de inversión Goldman Sachs espera un repunte mundial de la energía durante los próximos meses y prevé que el Brent alcance los 90 dólares por barril antes de que finalice el año.
La sed de los mercados energéticos es explicada por el optimismo mostrado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, OCDE, también llamada el club de los países ricos, la cual ha revisado al alza sus previsiones de mayo, augurando un crecimiento en el Producto Interior Bruto mundial del 5,7 por ciento para este año.
Estados Unidos crecería según el organismo un 6 por ciento, mientras que la zona euro avanzaría un 5,3. En 2022 por su parte, el crecimiento del PIB mundial sería del 4,5 por ciento.
A esto se añade que, según los datos de la Agencia Internacional de la Energía, el consumo de petróleo vuelva a los índices pre pandémicos a principios del año que viene. En 2019 el mundo consumía un total de 99,7 millones de barriles daros.
De acuerdo con la consultora Barclays, los precios se mantendrán durante 2022. Estos promediarán los 77 dólares en el caso del Brent y los 74 en el del WTI, medidas de referencia en Europa y EEUU respectivamente.
Las cifras se encuentran entre los rangos esperados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). “Este promedio de precios es el deseado, dado que el aumento de estas últimas semanas establecerá un precio promedio anual de 2021, ligeramente por sobre los 70 dólares”, indicó un experto citado por la agencia EFE.
Pero los vaticinios de crecimiento económico están acompañados de costos más elevados en la producción y transporte mundial de mercancías, que incluye alimentos y lo requerido para cultivo, elaboración, transporte. La economista jefa de la OCDE, Laurence Boone, lo explica as: “El envío de un contenedor desde China a la costa este de Estados Unidos costaba menos de 3000 dólares hace dos años, y ahora cuesta más de 20.000 dólares”.
Un reporte de CNN señala que la inflación se está disparando y el índice de precios al productor de China alcanzó un máximo de 13 años, el mes pasado, impulsado por el aumento de los precios de las materias primas. Los costos de la energía también se están disparando y la demanda es tan alta que algunas provincias incluso han experimentado escasez de energía. A pesar de los esfuerzos de Beijing por contener el alza de los costos, la inflación de las fábricas sigue siendo elevada.
En el otro grande la economía mundial, EEUU, el presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, admitió este martes que la inflación en su país es más preocupante y estructural que a principios de este año, después de haber asegurado en los últimos meses que se trataba de algo “transitorio”.
“A medida que la economía continúa reabriéndose y el gasto se recupera, estamos viendo una presión al alza sobre los precios, particularmente debido al estancamiento en la oferta en algunos sectores”, agregó Powell.
La inflación anual se redujo en agosto en EE.UU. en una décima, al 5,3 %, en la primera señal de un enfriamiento de los precios tras meses de alzas sostenidas, aunque se mantiene todavía a niveles muy elevados.
Otra zona con alzas de precios es la Euro. La agencia RT informa que la inflación marcó un máximo de 13 años el mes pasado mientras el bloque se sigue enfrentando al crecimiento de las tarifas de energía.
La inflación general se situó en el 3,4 % en septiembre, según datos preliminares del órgano de estadísticas Eurostat. En Alemania, los precios al consumidor crecieron el 4,1 % el mismo mes, la cifra más alta en casi 30 años.
“El crecimiento ha sido impulsado por el alza de los precios de energía. Por ejemplo, el precio de gas natural a la entrada en el mercado neerlandés TTF se ha disparado casi un 400 % en lo que va de año, marcando un nuevo récord de casi 1.200 dólares por 1.000 metros cúbicos en la bolsa londinense ICE este viernes”, dice RT.
Las alzas inflacionarias en los países desarrollados tienen impacto en las canastas alimenticias de las naciones dependientes de productos importados, como las de América Latina.
En medio de una lenta recuperación económica en la región, después de un 2020 en que la pandemia provocó una de las peores recesiones en décadas, la inflación ha comenzado a subir.
Las mayores economías de la región registraron en julio una inflación anual de 9% en Brasil, 5,8% en México, 4% en Colombia, 4,5% en Chile, y 3,8% en Perú.
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