En las costas de Anzoátegui, cientos de mujeres viven de la pesca artesanal, labores a las que están vinculadas desde su infancia, pero desde hace siete meses, un grupo de pescadoras de Guanta decidieron innovar con los productos que extraen del mar.
A esas ganas le agregaron muchas de sus recetas para potenciar el pescado con presentaciones diferentes a las del producto fresco, entero o en ruedas.
Ahora ofrecen las especies marinas empanizadas, tipo nuggets, desmenuzado o pisillo, pulpas sazonadas, y hasta ceviches y cocteles.
También comercializan otras especies que son de temporada porque entran en veda, como camarón, pulpo, caracol, calamar langosta, todo limpio y listo para cualquier preparación. Otros pescados de bajo costo, en pulpa condimentada, también forman parte de su catálogo.
Reimirys Marval, coordinadora del grupo de mujeres pescadoras de ese municipio costero de Anzoátegui, cuenta que por la temporada incluyeron en su menú la hallaca de palagar.
Marval recalcó que “la hallaca ha sido un acontecimiento” hasta entre los mismos pescadores y ha sido llevada a otros estados a través de eventos que promueve el Ministerio de Pesca en todo el país.
Explicó que todo el procesamiento es de manera artesanal. Son pescadoras y procesadoras al mismo tiempo, forman parte de los Consejos de Pescadores, Pescadoras y Acuicultores (Conppa) de la jurisdicción, que extraen los productos y seleccionan.
Ellas mismas limpian y procesan, empacan, decoran, etiquetan y supervisan todo lo relacionado al producto que llega a los consumidores.
Comenta que también se forman en técnicas de procesamiento de alimentos con normas sanitarias, para garantizar sus productos.
La también pescadora, indicó que en la primera fase del proyecto participan féminas de tres de los seis Conppas constituidos en Guanta. Las de los otros consejos están en proceso de capacitación.
Todos los artículos son exhibidos en ferias o distribuidos a través de encargos, pero su objetivo es ubicarlos en anaqueles de supermercados y después exportarlos.
Marval asegura que este negocio es liderado por pescadoras a quienes el Gobierno nacional les ha tendido la mano a través del plan “Venezuela Come Pescado”.
Dijo que son mujeres que empiezan a revolucionar el sector pesquero en la economía local y a cambiar sus vidas.
Rondón se la ingenió para hacer hallacas de pescado.
La especie que seleccionó fue el palagar o pez vela, por la abundante carne que arroja cada filet del gran pez.
Juntó su sazón con todos los ingredientes tradicionales de la hallaca criolla, para crear la multisápida con especies marinas, y su aceptación ha sido muy buena. Esto aprovechando la temporada decembrina que a los venezolanos nos gusta nuestra hallaca.
Emprendimiento
Las 62 mujeres pescadoras y procesadoras de los Conppa Bahía de Guantar, Hugo Chávez, El faro, Volcadero, Telésforo y Valle Seco están en capacidad de procesar hasta 1.500 kilos de pescados al mes. Reimirys Marval, coordinadora del grupo de mujeres pescadoras, indicó que cualquiera de las pescadoras de la comunidad o esposos de los pescadores pueden integrarse a este emprendimiento.
Comentó que reciben a través de las gestiones de MinMujer en instituciones de salud, capacitación en manipulación de alimentos.
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