Aunque la Botica de Velásquez, una de las farmacias más antiguas de Venezuela, sigue abierta al público con su tradicional manera de atender, detrás de sus antiguos mostradores de madera de cedro de fines de siglo XIX, los nuevos modelos de negocio de droguerías del país, donde se consigue mucho más que medicinas en amplios pasillos formados por anaqueles, y que comenzaron a abrir sus puertas en la década del noventa, hasta la reciente apertura de Redvital, parecen haber cambiado de manera definitiva la forma en que los venezolanos compramos medicamentos.
Ya no es solo ir a la farmacia para comprar las pastillas para la tensión o el tratamiento recetado por el médico para combatir algún virus o enfermedad. En estas nuevas cadenas de droguerías denominadas de autoservicio encuentras desde alquiler y venta de equipos médicos, productos de higiene personal, maquillaje, complementos vitamínicos, alimentos libre de gluten hasta chocolates. “Las cadenas de farmacias son el canal predilecto para comprar impulsivos y productos de cuidado personal”, arrojó un estudio sobre este tipo de modelo de negocio de farmacia realizado por el Grupo Atenas Consultor.
Asimismo, en la investigación “Calidad de servicio en farmacias tradicionales y de autoservicio: estudio de caso”, publicada en 2010 por la Revista Venezolana de Gerencia, en la que se compara la calidad de servicio que ofrecen las farmacias con enfoque tradicional (aquellas donde solo se expenden medicamentos y el cliente es atendido por una persona detrás de un mostrador) y las ofrecidas por las de autoservicio (donde se consigue mucho más que medicinas y existen anaqueles donde el cliente puede servirse de lo que necesite) en el municipio Maracaibo, Zulia, sus autoras, Susie Castellanos y Pamela González, hallaron que las farmacias de autoservicio han desplazado “de forma avasallante a las conocidas boticas de la esquina” debido, entre otras cosas, a sus “bondades tecnológicas” y la variedad de productos que brindan en sus locales.
No obstante, según las conclusiones de la tesis “Estudio para la identificación de variables que optimicen la ubicación de una tienda de ventas al detalle: caso Farmatodo”, presentada en 2008 en la Facultad de de Ciencias Económicas y Sociales de la Escuela de Economía de la Universidad Católica Andrés Bello por los tesistas Michael Penfold, Luis Pulgar y Teodoro Zubillaga (bisnieto del fundador de Farmatodo), las farmacias de autoservicio se han convertido en las preferidas de los venezolanos tanto por su ubicación —por lo general se encuentran en calles principales de sectores pudientes de la ciudad y centros comerciales con facilidad de estacionamiento— así como por ser locales con amplios espacios y contar con un importante número de empleados.
De la más antigua farmacia de Caracas, fundada en 1887 en la esquina de Velásquez, por el doctor Carlos Punceles, donde los doctores José Gregorio Hernández y Luis Razetti mandaban a elaborar algunas de sus recetas a base de plantas para, entre otros, tratar padecimientos del sistema respiratorio; a la nueva cadena de droguerías Redvital, la cual, según su presidente ejecutivo, Emilio Miquilena, busca “contribuir a que la calidad de vida del venezolano sea cada vez mejor”, los venezolanos hemos transformado nuestra forma de comprar medicamentos a través de innovadoras propuestas de modelos de negocio farmacéutico franquiciables que ofrecen más que medicinas.
Locatel es uno de los ejemplos de estos primeros nuevos modelos de negocios farmacéutico franquiciables en el país, pese a que no nació precisamente como una tienda de venta de fármacos, sino como un local de alquiler y venta de equipos médicos por teléfono con despacho a domicilio. De ahí su nombre, del francés Location par telephone (alquiler por teléfono). Es en 1994, quince años después de su fundación, cuando incorpora en su tienda que abre en Boleíta Norte el servicio de farmacia, con un novedoso sistema de afiliación, que la empieza a diferenciar del resto de las farmacias ya establecidas.
Un año después incorpora los servicios de óptica y laboratorio clínico e introduce en el mercado el concepto de autoservicio de productos de libre prescripción facultativa, sumando novedades a su servicio. Pero es en 1997 el año en el que materializa su modelo de farmacia de autoservicio, con su establecimiento de La Candelaria, en el que reúne todos sus servicios de alquiler de equipos médicos, farmacia, óptica y laboratorio, auto-calificándose como un “automercado de salud”, donde sus “consumidores pueden encontrar todos los productos y servicios vinculados con la salud y el bienestar”. Dos años después se transforma en franquicia y sigue agregando progresivamente más servicios, como vacunación, nutrición, entre otros.
Farmatodo es otro de los ejemplos de estos modelos de negocio farmacéuticos franquiciables exitosos en el país. Su propuesta ha sido copiada por otras cadenas de farmacias como Farmahorro, Farmarket y Farmacias SAAS.
La constante inversión en nuevos locales y modernización de estos, bien ubicados y con amplios espacios, así como la oferta de variados productos no farmacéuticos colocados en anaqueles a disposición de los clientes (solo el 50% de los productos que venden son medicamentos), y las diferentes opciones de pagos y medios para realizar las compras, han sido algunas de las claves del éxito de esta cadena de tiendas.
El actual nombre y concepto como cadena de farmacias de autoservicio fue ideado en 1985 por Teodoro Zubillaga Herrera (nieto de Rafael Zubillaga Perera, fundador de la primera farmacia de la familia, Farmacia Lara, que abrió en Carora, Lara, en 1918), y materializado en 1988.
En la actualidad, Farmatodo opera 175 tiendas en Venezuela. En Colombia, país donde implementaron en 2008 este modelo de negocio farmacéutico, cuenta hoy con 66 tiendas en nueve ciudades: Bogotá, Cartagena, Barranquilla, Santa Marta, Valledupar, Villavicencio, Cali, Medellín y Bucaramanga. Según la revista Forbes Colombia, el plan de la compañía es extenderse en Suramérica.
Redvital, la cadena de farmacia más grande del país
En 2021, año en el que se estima hubo en el país un crecimiento en el sector farmacéutico similar o mayor al del primer año de la pandemia del Covid-19, por la demanda de medicamentos para tratar este virus, son inauguradas tres cadenas de farmacias de Redvital en Venezuela. Las tiendas se encuentran ubicadas en Valencia, Barquisimeto y Caracas, en parte de los espacios de la red de establecimientos Makro localizados en estas ciudades.
Según el presidente ejecutivo de Redvital, Emilio Miquilena, esta cadena de tiendas de artículos destinados para la salud es un proyecto que inició en 1975 con Dynamics Corporation y sus empresas filiales.
Una nota de prensa que reseña la inauguración de este espacio en Valencia, destaca que en estos establecimientos los clientes tienen a su disposición productos y servicios especializados para promover la salud y el bienestar, la prevención y la atención de enfermedades, así como para la terapia y rehabilitación de distintas condiciones clínicas, a través de medicinas, insumos médicos, equipos diversos y mobiliario hospitalario.
Asimismo, destaca el texto que quienes visiten la tienda podrán disfrutar de sus amplias instalaciones y estacionamientos, y de tecnología de punta al servicio de los consumidores.
Asimismo, en unas declaraciones que el presidente ejecutivo de Redvital hizo para anunciar la apertura de esta tienda en Barquisimeto, Lara, destacó que la farmacia de La Yaguara es la “más grande de Latinoamérica” y que tiene como objetivo brindar a los clientes espacios con tecnología de vanguardia, confortables y con la asesoría especializada que requieran en el ámbito de la salud, desde todo lo que se necesite para operaciones o tratamientos de enfermedades en todos los niveles, hasta artículos que les denominan saludables, como deportivos, de cuidado personal, higiene, maquillaje y alimentos o snacks.
Estos espaciosos establecimientos se encuentran divididos en áreas para la comodidad de los clientes. Entre las áreas a destacar se encuentran la quirúrgica, en la que se consiguen todos los implementos y equipos para realizar operaciones; la de fisioterapia, donde ofertan todo lo necesario para fisioterapeutas y tratamientos; y la de farmacia, que ha sido denominada la más grande de Latinoamérica por el tamaño del mostrador.
También tienen una importante variedad de camillas, desde masaje hasta para ambulancias, stands especializados por marcas de productos, y oferta de herramientas e implementos para especialidades médicas como odontología.
De esta manera Red Vital crea un nuevo concepto de tiendas que le ofrece a sus clientes todo en cuanto al tema médico y salud en un solo lugar, con una amplia oferta de productos y servicios para pacientes y profesionales de la medicina, así como para personas que gustan cuidar de su cuerpo y mente.
Estos establecimientos también cuentan con la asistencia de personal especializado para atender los requerimientos de sus clientes, amplios espacios iluminados, gran oferta de productos, variadas formas de pago y amplios estacionamientos para la comodidad de sus visitantes.
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