martes, 4 de enero de 2022
Venezuela-España-. hora que estoy en mi país de residencia, puedo contar y en primera persona lo que vivimos!!! nadie me lo contó!!! lo viví en carne propia!!! lo que sería una sorpresa, fue convertida en llanto, angustia, dolor e impotencia el 30 y 31 de diciembre de 2021
quiero hacer del conocimiento público, …la tortura, amenazas, maltrato, acoso psicológico y violación de los derechos humanos, que vivimos en el aeropuerto simón bolívar de maiquetía, caracas-venezuela; los días 30 y 31/12/2021 cuando mi marido, nuestro bebé de 6 meses y yo, viajamos desde españa hasta venezuela, con la aerolínea turkish airline, y luego de 20 horas de viaje, aterrizamos sobre las 8:00 am del día jueves 30…
mi marido, luis ricardo fernández rodríguez, es ciudadano hispano venezolano de 30 años de edad, yo, diana liz guerra cortéz, tengo 29 años y de nacionalidad cubana, residente legalmente en españa y sólo esperando fecha para juramentarme como ciudadana española, tenemos un (1) hijo de 6 meses nacido el 19 de junio de 2021 en denia -españa …portábamos nuestros pasaportes en regla, el libro de familia emitido por el gobierno español, donde consta que somos una familia y legalmente radicados en españa, pasajes con fecha de retorno para el 15/01/2022, pues sólo pasaríamos 15 días, -porque solo íbamos a pasar el fin de año y que la familia conociera a nuestro bebé-.
al llegar al aeropuerto simón bolívar, y entregando en inmigración toda nuestra documentación, me pidieron una visa para entrar a venezuela, en desconocimiento del tema, le dijimos al agente de inmigración que no la tenía, que desconocía que era un requisito y nadie nos había informado, que en la página de la aerolínea, por la cual compré los boletos, no tenían información acerca de que los ciudadanos cubanos y legalmente residentes en españa, necesitan visa para entrar como turistas en venezuela; acto seguido, el funcionario se dirigió al jefe de los servicios equipo mariño de migración del aeropuerto internacional simón bolívar, que estaba de guardia, llamado miguel guerra, quien no solo me retuvo el pasaporte sino que de una vez hizo un oficio con la denominación “inadmisible”, y me mandó a deportar de inmediato por falta de visa…
Aunado a esto y bajo engaño hizo que mi marido se dirigiera a buscar el equipaje, con el argumento de agilizar mientras el bebé y yo salíamos, lo cual él fue a hacer y al regresar por nosotros, ya no estábamos en el lugar donde nos había dejado y le informaron que seríamos deportados de inmediato porque yo no poseía visa. mi marido buscó localizarnos y ya me habían trasladado con mi niño y muy custodiada (cual delincuente peligrosa) hacia él área de deportados, sin más equipaje que mi hijo en brazos, un funcionario que me acompañaba le hizo una llamada a su celular donde le decía que me embarcarían de inmediato en el mismo avión en donde vinimos, y él logró decirme que no me montara en el avión. el funcionario miguel guerra, con mis documentos en mano comenzó a agredirme verbalmente, llamándome mala madre e irresponsable por viajar con un bebé tan pequeño y sin visa, de inmediato reaccioné respondiéndole que yo no era mala madre y que desconocía que necesitaba visa para entrar a venezuela, que en qué cabeza cabía pensar que con el dineral que pagamos por los pasajes, las 20 horas de vuelos por las escalas madrid-estambul, estambul-caracas, me arriesgaría a viajar sabiendo que me podían deportar,…todo ocurría mientras yo trataba de tranquilizar a mi bebé, poniéndolo a lactar de mi pecho, pues el niño venía incómodo, con hambre y necesitaba que le cambiaran su pañal, porque se había hecho pupú….
trate de explicarle al funcionario en mención, que compré los pasajes por internet porque por la pandemia, ahora todo lo hacíamos por esa vía, que había leído todo lo que decía como información la página de la aerolínea y en ningún párrafo decía que necesitaría una visa para entrar en venezuela … y además le solicité información sobre alguna otra alternativa inmediata que me ayudara a solucionar el problema, a lo cual el agente de migración me dijo que iba a deportarme y que si él me dejaba pasar, lo acusarían de “trata de blancas”, de inmediato reaccioné diciéndole que si él estaba consciente de lo que me estaba diciendo y éste dijo, que sabía muy bien lo que decía y hacia, dándome la espalda y terminando la conversación.
llegado el momento del embarque, ya en horas del mediodía, un funcionario me agarró por un brazo para obligarme a abordar pero me negué, exigiendo que no me tocaran y me soltaran el brazo; el funcionario miguel guerra se tornó más agresivo e iracundo, reclamándole a la azafata lisbel piña, de la aerolínea turkish, que debió haberme obligado a montarme en ese vuelo y ella le respondió que no obligaba a nadie a abordar, este siguió reclamándole y diciéndole que yo tenía orden de deportación y eso bastaba, y la azafata le replicó que ella no era quien para obligar a nadie a abordar; en respuesta a lo dicho por la azafata, miguel guerra prosiguió acosándome y diciéndome que yo era una irresponsable, una mala madre inconsciente, le respondí que no me iría y mucho menos sin hablar con mi marido y además de procurar comida y cambiarle el pañal a mi bebé, que gracias a todo el show provocado por el mencionado funcionario, la piel de mi hijo se irritó por mantener tantas horas el pañal sucio con sus heces y orina, pues él no me permitía acceder ni a mi bolso de mano donde tenía lo necesario para cambiarle el pañal al niño y así mismo pretendía embarcarme a la fuerza en el avión que estaba por salir hacia estambul.
pues, de inmediato, dicho funcionario, me puso un par de policías custodiándome y acusándome de posible escape y evasión de la seguridad, estos estuvieron en todo momento vigilándome los pasos y movimientos que hacía. pero no conforme con eso, prohibió que me hicieran llegar ningún tipo de indumentaria, además me aisló en un área tipo oficina, donde no tenía acceso a la señal de internet, lleno de zancudos, polvo, con un asiento sucio y con chicles pegados en la tapicería.
intenté hablar de nuevo con el funcionario miguel guerra, para disculparme por haber sido demasiado franca al hablar y tratar de explicarle por qué no tenía visa, le volví a pedir que me ayudara, él, con total cinismo dijo que solo una llamada de maduro, me permitiría el acceso, que él ya no tenía nada que hacer porque el caso ya estaba en la sede principal en caracas. más tarde y en vista de los innumerables intentos de muchos funcionarios del aeropuerto y otros desde afuera, por ayudarme a salir de esa situación, irritó aún más al mencionado miguel guerra, dirigiéndose hacia mí me dijo, que mi caso había causado tanto revuelo que ahora ni una llamada de maduro me haría entrar al país. y además, que dejará de intentar comunicarme con nadie más porque me quitaría el móvil (celular) y me incomunicaría.
el tamaño de mi angustia fue tal, que por varias horas no me salía ni una gota de leche por los pechos para amamantar a mi bebé, pero tratando de contener el llanto y haciendo de tripas corazones, pude ir entrando en calma y gracias al apoyo de muchos funcionarios de protocolo que laboran en el aeropuerto, el dueño de un local de comida que está ubicado cerca del sitio, además del personal de la aerolínea, quienes pasando por encima de la prohibición impuesta por miguel guerra, me hicieron llegar agua, comida, el cochecito del bebé, pañales, un biberón, una lata de leche, agua caliente para preparar el biberón, ropa para que lo pudiera cambiar y unas mantas para que lo abrigara del frío del aire acondicionado, el cual y junto al polvo acumulado en el sitio donde estuve aislada, mi bebé comenzó a presentar tos persistente, una de las chicas de protocolo se preocupó y me acompañó al servicio médico para que examinaran al niño, el médico me dijo que podía ser una manifestación de defensa de su cuerpecito, para repeler el sucio y el frío del ambiente, que parecía algo alérgico.
mientras todo eso sucedía en el área de deportados, mi marido, del lado de afuera y con el equipaje de nosotros tres, trató de buscar ayuda con todas las personas posibles, para ver si se podía, al menos, sacar al niño y que pudiese pasar la noche con él y la familia…en horas de la noche, consiguió un número de emergencia del consulado de españa en caracas, y solicitó el apoyo de dicho ente para que le entregaran al niño y el mismo cónsul de españa lo llamó en varias ocasiones, para preguntarle detalles del caso e intentó comunicarse con el funcionario de migración, pero éste no contestaba las llamadas.
así mismo, muchas personas que laboran en el aeropuerto intentaron ayudarme y lograron que se hiciera una reunión de supervisores, a las 12 de la noche, luego que ingresara el último vuelo del día, de la cual resultó que miguel guerra alegó “que no entraba porque yo había sido muy altanera” y que solo una llamada de caracas podía hacer que me dejara pasar… pero aunque llamaron, él no contestó y no permitió mi salida ni la del niño, que siendo español y mi marido solicitó que se lo entregaran, el funcionario mencionado no lo permitió…
siguiendo la recomendación de otros funcionarios y pasada la medianoche, le sugirieron a mi marido que fuera a hablar en la sede principal del saime en caracas, para solicitar algún tipo de visa humanitaria.
así llegó el día 31/12/2021, fui a tratar de hablar con el funcionario o la persona a cargo, para disculparme por si mi manera de hablar les había molestado y la chica que apenas me dejó preguntar por miguel guerra, me dijo que yo no podía hablar con nadie, mandándome a regresar al claustro donde me confinaron desde el día anterior, a todas estas, mi bebé siguió presentando tos aún más constante y estaba bastante caliente, intenté hablar con mi marido pero se había ido a la oficina sede principal del saime, frente a la plaza miranda de caracas, pero estaba cerrada y un vigilante desde adentro le gritó que “estaba cerrado y que volviera en enero”, en el mismo momento logré hacer una llamada diciéndole que el bebé había amanecido con tos y fiebre y de inmediato él se regresó al aeropuerto, a la taquilla de la aerolínea turkish, para solicitarles que me hicieran llegar un termómetro y un antipirético para que me lo dieran y así yo poder bajarle la fiebre al niño, aprovechando además de pedir que le cambiaran el boleto de regreso y poder irse de vuelta a españa con nosotros dos y así terminar con la pesadilla que estábamos viviendo, por el capricho incontenible del funcionario miguel guerra, quien no quiso validar mi ingreso a venezuela, que no le dio la gana de tomar en cuenta que soy residente legal en españa, mi marido y nuestro hijo son españoles y portábamos hasta nuestro libro de familia, y además se enzañó injustamente, violando nuestros derechos humanos, sometiéndome a mucho estrés, angustia, humillándome, vejándome, insultándome y además aislándome sin considerar que soy una madre aun en período de lactancia.
finalmente, fuimos los últimos en abordar el avión con destino a estambul y luego a madrid, no sin antes ser fotografiados por el personal enviado por el funcionario inquisidor miguel guerra y sin entregarnos nuestros pasaportes… los mismos estuvieron en custodia del mencionado funcionario y luego entregados al personal de la aerolínea. al llegar a españa, luego de 20 horas más de vuelo, nos pidieron bajar de últimos y fuimos custodiados por la policía española del aeropuerto, quienes ya tenían nuestros pasaportes en mano; nos interrogaron para conocer las razones de la deportación y al revisar los documentos, de inmediato preguntaron que si no habíamos mostrado el libro de familia, y le respondimos que sí, que les mostramos todo pero el funcionario de migración en venezuela no lo tomó en cuenta. recibimos una disculpa del guardia civil que nos recibió y lamentó mucho lo que habíamos pasado, dándonos acceso inmediato al país.
para corroborar esta historia terrible y lamentable se pueden comunicar con nosotros a través de nuestros teléfonos moviles:
+34 604 39 62 19
+34 615 07 48 31
TOMADO DE : https://aperturaven.blogspot.com/2022/01/historia-de-dos-viajeros-y-un-bebe.html?m=1