La acción conjunta, anunciada este lunes (14.03.2022), llevará el incidente, investigado también por un tribunal holandés, ante la Organización Internacional de Aviación Civil, una agencia de la ONU especializada en seguridad aérea y cuya función es de mediador, pero que tiene potestad para condenar o imponer sanciones contra países que infrinjan la ley internacional.
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Desde el accidente, que provocó la muerte de 298 personas -38 de ellos australianos-, Australia y Holanda han demandado a Rusia una compensación y una disculpa.
Sin embargo, Moscú, que niega su participación en el incidente a pesar de los hallazgos de una investigación internacional, se retiró unilateralmente de las negociaciones con los dos países en octubre de 2020.
Negativa de Rusia de asumir responsabilidad es "inaceptable"
"La negativa de Rusia de asumir la responsabilidad por su papel en el derribo del vuelo MH17 es inaceptable, y el Gobierno australiano siempre ha dicho que no excluirá ninguna opción legal en nuestra búsqueda de justicia", apuntaron hoy en un comunicado el primer ministro, Scott Morrison, y la ministra de Exteriores, Marise Payne.
Mientras tanto, un tribunal holandés juzga desde hace dos años a cuatro sospechosos -tres rusos y un ucraniano- por su supuesta responsabilidad en el derribo del MH17 y se espera que para finales de 2022 el tribunal pueda dictar una sentencia.
Se considera que los cuatro sospechosos son responsables de organizar la instalación del lanzamisiles, su despliegue, y su transporte desde y hacia Rusia, y, aunque ocuparon diferentes posiciones, trabajaron en estrecha colaboración, según la fiscalía, que pidió el pasado diciembre la cadena perpetua para todos.
Los sospechosos desempeñaron un papel en la entrada y salida del lanzamisiles Buk al este de Ucrania, pero no fueron quienes dieron la última orden de derribar el avión, dice la Fiscalía, que, no obstante, considera que debían haber evitado el desastre, pero que optaron por seguir adelante con los planes de derribar el MH17.
CP (efe, rtr)