El gobierno de Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos condenaron este domingo los empujones e insultos al opositor venezolano Juan Guaidó por parte de un grupo de personas que lo increparon durante su visita al estado Cojedes el sábado.
AP-EFE
En un mensaje en su cuenta de Twitter, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, dijo que su país está «profundamente preocupado» por el hecho de que Guaidó «haya sido atacado por segunda vez» en dos semanas en Venezuela.
«Condenamos esta escalada de actos de violencia, acoso e intimidación contra el presidente interino Juan Guaidó y contra todos quienes defienden la democracia», dijo Blinken.
Por su parte, el secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro, condenó en Twitter «el ataque» a Guaidó. Señaló a los agresores como «sicarios colectivos del régimen» que dirige Nicolás Maduro.
«Su integridad física debe ser respetada. Repudiamos cualquier forma de violencia y de persecución política ejecutada por la dictadura», escribió.
El equipo de prensa de Guaidó aseguró el sábado que la agresión vino de seguidores del chavismo, varios de ellos armados, mientras que algunos vídeos que circulan en redes sociales muestran cómo varios ciudadanos insultan, empujan y lanzan objetos contra el dirigente, que se encontraba dentro de un establecimiento.
En un mensaje difundido a través de Twitter por el Centro de Comunicación Nacional, cuenta oficial de prensa del opositor, aseguran que una exdiputada oficialista lideró el «ataque de bandas chavistas armadas» contra Guaidó.
«Con esto se desmonta la campaña mediática del régimen de Maduro sobre supuesto ataque de opositores». Así lo indicó el centro en la misma red social.
Otros opositores rechazaron los hechos y tildaron la situación violenta como «una emboscada».
El sábado pasado, Guaidó denunció un «ataque del régimen». Esto ocurrió en las actividades que tenía previstas con simpatizantes durante una visita al estado Zulia.
El opositor no pudo cumplir con una caminata prevista. Esto debido a que un grupo de personas que se identificaron como «revolucionarios» atacaron a los simpatizantes opositores que se encontraban organizando una asamblea ciudadana; lo que generó un enfrentamiento en el que hubo empujones y ambos bandos se arrojaron objetos.