En las calles, en las oficinas, en el transporte público, en las cafeterías, miles de personas se refieren a los migrantes del vecino país como “venecos”, y desde hace varios años existe una polémica en torno al uso de esa palabra.
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MigraVenezuelaAsdrúbal Marcano es migrante, trabaja administrando un taller de mecánica automotriz, pero es sociólogo de profesión y relata el origen de la palabra, al menos en su país.
“Mira, chamo, veneco se les decía por allá en los años 80 a los colombianos que venían a mi país y trataban de imitar el acento nuestro para conseguir trabajo; nosotros en esa época nos burlábamos mucho porque, de verdad, hacían el intento, pero les sonaba desastroso”, dice en medio de una risotada mientras apura el primer café mañanero.
Sin embargo, estando ya en Colombia, Marcano charló con otros colegas locales quienes le relataron que el origen de la palabra veneco tiene otra versión; se usaba, por la misma época, para describir a aquellos colombianos que, gracias a la bonanza petrolera en el vecino país, lograron acumular un buen capital, regresaron, y comenzaron a imitar el acento y la jerga venezolana para darse una importancia personal en su lugar de origen y en su barrio, asociada a su éxito monetario.
Eso, asegura Marcano, generó burlas y en la mismísima Colombia la palabra veneco terminó siendo un insulto para referirse a un compatriota venido de Venezuela que quería darse ínfulas de importante y adinerado.
La versión despectiva e insultante del término veneco se fue agudizando, su uso peyorativo hizo carrera y se incrementó con la migración de al menos 2,47 millones de personas venezolanas que, por lo general, asocian esa palabra con sentimientos desagradables.
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