“Se le subieron dos médicos a la panza”: la forzaron a tener un parto natural y su bebé murió

En el pasado mes de septiembre, la joven de 23 años de edad Micaela Vilchez, vivió una de las peores experiencias de su vida, luego de dar a luz a su bebé Joaquín: al poco de haber nacido, el infante murió por un paro cardiorrespiratorio que la madre y la familia achacan a negligencia médica.

Guillermo Vilchez

De acuerdo con TN, Vilchez acudió a la maternidad Nuestra Señora del Pilar en Buenos Aire (Argentina), el pasado 14 de septiembre, para hacerse un último control antes de dar a luz. Sin embargo, en el lugar, los médicos le indicaron que el bebé nacería «pronto», por lo que era necesario internarla.

No fue sino hasta el viernes 16 de septiembre, cuando Micaela entró en la sala de parto, pero, luego de una hora de trabajo de parto, tres doctoras indicaron que el bebé era muy grande para ella, por lo que recomendaron hacerle cesárea. Aun así, consultaron con otro médico, el cual indicó que una cesárea no sería necesaria.

A la joven le sugirieron hacer movimientos con una pelota para ayudar al bebé a salir, pero, con el pasar de las horas, las contracciones se intensificaban. Nuevamente, se hizo la sugerencia de hacer una cesárea, pero el doctor volvió a negarse.

Por los dolores, la misma Micaela pidió el procedimiento quirúrgico, pero, antes de ejecutarlo, le ordenaron que intentara una vez más. Adicionalmente, a pesar de la solicitud de la muchacha de que su pareja estuviera en la sala de parto, nunca lo llamaron.

«Dos médicos se le subieron arriba de la panza», le contó a TN el papá de Micaela, Guillermo.

Después de cinco horas de trabajo de parto, Micaela dio a luz a su pequeño Joaquín. Desde que lo pusieron en sus brazos, la muchacha notó que lloraba lentamente.

«Le dijeron que se quede tranquila, que iba a estar todo bien«, sostuvo Guillermo.

La obstetra afirmó que el bebé estaba en perfecto estado de salud. Sin embargo, no fue sino hasta el sábado 17 de septiembre que pudo ver a su hijo, el cual estaba «inestable» porque, aparentemente, sus pulmones no estaban funcionando correctamente y el oxígeno no estaba llegando correctamente a su cerebro.

Uno de los médicos, al escuchar el relato sobre las dificultades que la mujer había padecido durante el parto, le dijo que eso podría haber ocasionado que el bebé haya nacido así, por tantas horas de parto y por la fuerza que ella tuvo que hacer.

Apenas una hora después, el personal de la maternidad dio la noticia a Micael a de que su hijo había tenido un paro cardiorrespiratorio y que estaba muerto.

El domingo 18 de septiembre, tras ser dada de alta y haberse enterado de la muerte de su hijo, la joven se fue a su casa.

«Lo que hicieron no tiene nombre«, dijo el abuelo de Joaquín, quien detalló que presentaron una denuncia en una comisaría.