Para Tomás Páez Bravo, sociólogo y coordinador del Observatorio de la Diáspora Venezolana, el estudio es una demostración de cómo los ciudadanos se mantienen interesados por el país a pesar de haber migrado en búsqueda de mejores condiciones de vida.
«Por eso se llama diáspora. Se trata del principio de personas que se han ido de un país, pero no han roto ni están interesados en romper el cordón umbilical con el que están unidos con Venezuela. Además, eso existe en primeras, segundas y terceras generaciones, personas que están conectadas y que disfrutan la arepa, los paisajes, la democracia, nuestros valores. Diáspora es no perder el sentido de identidad del lugar al que perteneces», dijo en entrevista con El Nacional, durante un conversatorio con migrantes venezolanos en Madrid, España.
Diáspora: un río de oro
Páez Bravo también resaltó los beneficios que tiene la migración para las sociedades. Por ello insiste en la necesidad de que se hable de manera positiva del proceso migratorio de Venezuela. Indicó como ejemplo las ventajas que tuvieron los países que recibieron a migrantes de España o Portugal. Recordó cuando Venezuela fue un país de acogida y el crecimiento social y económico que tuvo.
«La migración beneficia al migrante, al país de origen y al de acogida. Es el río de oro que llega a los países, la demanda agregada. Si tomamos los datos de cómo se ha multiplicado la contratación de vivienda o transporte en los países que reciben, demuestran que la migración siempre da más de lo que recibe», dijo.
Explicó que el observatorio ha conversado y trabajado con más de 300 organizaciones en todo el mundo con la finalidad de intercambiar experiencias e impulsar proyectos que sean de impacto para los migrantes.
«Con base en el trabajo que hemos hecho con las organizaciones de la diáspora en el mundo, lo que hacemos es identificar las áreas de interés común y conectarlas entre ellas para que se conozcan y puedan aprender de lo que están haciendo. De los errores y los éxitos logrados para que se puedan organizar y desarrollar programas que tengan un impacto», señaló.
Envió, finalmente, un mensaje a la dirigencia política y resaltó que es necesario que se trabaje por recuperar la confianza de los ciudadanos: «Lo primero es que los dirigentes políticos deben recuperar la confianza y la credibilidad. Eso significa reconocer y enmendar los errores. También entender que el país de hoy es otro, en el que siete millones de venezolanos fuera del mapa convencional están conectados con Venezuela, más allá de si a un político le interesa o no. Es imposible romper ese vínculo».
Con información de El Nacional