Tiempo y Espacio.
Por: Jhoxael Joselias Hernández Marcó
Piar en Guayana.
El general Manuel Piar había cruzado el Orinoco los días 20 y 21 de noviembre de 1816 e instalando su cuartel en Pueblo Nuevo, a la espera de las fuerzas del general Manuel Cedeño y el coronel José Manuel Olivares, que se hallaban en la zona de Caicara desde 1814 y con las cuales formó un solo ejército para atacar la capital de la provincia. De manera que tan pronto se reunió con Cedeño y Olivares, emprendió la marcha el Dia de Navidad, cruzo el cuchivero sin contratiempos, pero no corrió con la misma suerte al cruzar el Caura, pues el río era más ancho y caudaloso, no contaba con embarcaciones y la ribera opuesta estaba defendida por cuatro compañías del batallón Barbastro de Angosturas.
Debido a las aguas crecidas del Caura, fue preciso diferir la marcha que tenía por mira la capital de la Provincia. Está inacción prolongada dió lugar a disgustos entre los oficiales que proponían regresar para marchar hacia el centro. Debió reunirse nuevamente una Junta de Guerra, en la que la mayoría se decidió por seguir la empresa sobre Guayana. Quedaron descontentos algunos jefes y oficiales como Juan Francisco Sánchez que terminaron por separarse seguidos de algunos elementos de la tropa.
Luego ocurrió que tan pronto fue informado de estos movimientos, el gobernador de la Provincia de Guayana, Lorenzo Fitz Gerald, destacó al comandante militar de la plaza, teniente coronel José Ceruti, para cortar el avance a las fuerzas patriotas. Se situó en la orilla opuesta del Caura con dos compañías del regimiento español de Barbastro y otras dos compañías de soldados criollos, bien parapetados en tierra y cuatro flecheras bien armadas y tripuladas. Ante está situación, Piar mando a construir dos curiaras y ordenó quitarle una al enemigo, para lo cual encargó al oficial de la marina, patriota Rafael Rodríguez, alias, (Cabeza de Gato) quien por la noche acompañado de tres de sus hombre de confianza, pasó cautelosamente el río en una curiara que la casualidad proporcionó y sorprendió a una avanzada del flanco izquierdo del enemigo logrando apoderarse de la embarcación.
Al día siguiente, como a las dos de la tarde en presencia del enemigo, echaron las curiaras al agua y en ambas se embarcaron dos piquetes de infantería al mando de los capitanes Valentín García y José María Landaeta, protegidos por fuego de artillería para hacer río arriba el desembarque y obrar sobre la izquierda del enemigo. Al mismo tiempo se arrojó al río con puñal en la boca y lanza en mano un escuadrón de caballería y el general Cedeño a la cabeza con dirección al paso real donde estaban las flecheras enemigas. Cargaron fieramente contra el enemigo viéndose esté obligado a retroceder y emprender la huída hacia la capital, dejándole a los patriotas prácticamente libre todo el territorio hasta más allá del Caroní.
Al siguiente día, 31 de diciembre, el general Piar dirigió una proclama a los habitantes de la Provincia de Guayana y un día después primero de enero, listos para seguir en persecución de Ceturi, Piar complemento su mensaje a los guayaneses con una arenga a sus soldados para ir tras la toma de la capital.